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Uno de los métodos más agradecidos y útiles en el mundo del bonsái para avanzar en nuestra colección y conseguir nuevos ejemplares para trabajar, es el intercambio o la compraventa con otros aficionados de material joven y prebonsai.
Según mi opinión, este método tiene muchas ventajas, solo equiparables a la compra en comercios especializados y estas son algunas de las que para mí son más importantes.
- Conocer el origen, procedencia y tipo de cultivo que ha recibido el árbol
- El vendedor te da toda la información sobre el sustrato, que técnicas acepta mejor y que peculiaridades tiene
- Obtenemos especies muy apreciadas y utilizadas en bonsai con facilidad, pues de otro modo, en vivero por ejemplo es mucho mas complicado.
- Conseguimos material con futuro, que puede tener un primer trabajo de raíces, un primer diseño o una poda estructural definida ya realizada. Todo esto facilita nuestros trabajos posteriores y ayuda a reducir los tiempos.
- Creamos vínculos, relaciones y amistad con otras aficionados, que pueden ser muy interesante a la hora de aprender, compartir métodos e intercambiar opiniones. Muchas veces hasta pedir consejo.
En mi caso, es una de las fórmulas con las que mejores resultados obtengo. A través de portalbonsai hice varias compras, ahora a través de otros portales, mercadillos y grupos continúo comprando y vendiendo algunas cosas.
Origen y precio del prebonsai de pinus silvestris.
Hoy como ejemplo de este proceder, quiero mostrar el trasplante de un pino silvestres que compré hace como un año en el ya desaparecido portalbonsai.
Es un pino pequeño, de 20 centímetros de altura, pero con algo de carácter y un forma bastante sugerente para mí.
La especie, su acícula minúscula y su precio me convencieron para comprarlo. Con envío incluido pagué 15€. A veces comprando más o menos árboles, puedes mejorar el precio. Pero en este caso, para mí, era un buen precio. Y un buen árbol.
Como trabajar con un árbol recién llegado
Cuando el árbol llega a casa, lo mejor es aclimatarlo, colocarlo en un lugar no demasiado expuesto al sol e investigar que sustrato trae. Si el sustrato es muy poroso o incluso especial para bonsais, ya sabemos que requerirá riegos más constantes.
Si es turba u otro sustrato que retiene agua, pues menor periodicidad en los riegos.
Es importante que tengas en cuenta el tamaño de la maceta. Este venía es una maceta de plástico de 9 cm de diámetro, y en base a ello ser cuidadoso porque se pueden secar muy rápido cuando están cultivados en contenedores pequeños.
Este mini “pinus silvestris” ha estado unos diez meses en casa, ha brotado bien y parece vigoroso, así que es buen momento para cambiarlo de maceta. Ayer lo regué, que no es lo idóneo antes de trasplantar (mejor con el cepellón medio seco). Pero así son las cosas, no siempre acertamos.
Preparativos para trasplantar un bonsai.
Lo primero, en mi caso (totalmente recomendable para todo trasplante y único consejo que me permito darte) es tenerlo todo preparado. Despliego mi manta portaherramientas y selecciono aquellas que tengo claro que voy a utilizar.
El resto de herramienta se queda en su sitio y retiro para que no caiga nada de suciedad. Los trasplantes son una técnica bastante “ingrata” y se pone todo perdido. Más si tienes un espacio tan limitado como el mío.
Sustrato para el trasplante.
Después selecciono el sustrato que voy a utilizar. Una buena cantidad de mi sustrato “frankestein”. Como es un pino en formación y quiero que gane grosor, tamizo y elimino lo más fino. En árboles más avanzados, no suelo tamizar, solo eliminar el polvo.
El grano pequeño mezclado con otro mayor, permite reducir los riegos y la necesidad hídrica de un árbol en maceta pequeña.
Quizás te preguntes que eso del sustrato “frankestein”. Es sencillo, es mi sustrato reciclado después de muchos trasplantes e incluye lo siguientes materiales:
- Akadama.
- Pomice.
- Grava volcánica.
- Kyriuzuna.
- Fibra de coco.
La maceta elegida para trasplantar el pino es mayor que la que traía, así que compenso el riesgo de que se seque antes –riesgo que tiene el uso de sustratos de grano grueso- con un incremento de volumen total de sustrato y una parte de sustrato de menor calibre.
Lo fino lo conservo para arboles minis o para decorar la parte superior del sustrato, esta ayuda un poco a retener la humedad ante la evaporación.
Maceta para el pino silvestre.
En tercer lugar, toca preparar la maceta. Es reutilizada, así que tiene rejilla y grapa para sujetarla, apero siempre reviso que esté en buen estado y limpio la suciedad y elimino restos del anterior sustrato.
Estas macetas me gustan y las uso mucho. Es de barro, de origen italiano, tiene un diseño y profundidad muy buena y me recuerdan a las macetas Tokoname de entrenamiento, pero solo valen 95 céntimos de euro en mi vivero de confianza. Una relación calidad precio inmejorable. Y son muy aparentes.
Cualquier día, les doy un poco de tinte para madera en el borde, a ver que tal resulta el aspecto.
Como la maceta no tiene agujeros para el anclaje, coloco el alambre de aluminio que me servirá para fijar el árbol por la parte inferior, asegurándome de que “topa” con la grapa (que es lo que realmente hace de anclaje para el alambre) y lo dejo extendido sobre el borde superior de la maceta.
Herramientas necesarias para el trasplante de un árbol de vivero.
Las herramientas para bonsai que preparo con anterioridad y que voy a usar en este trabajo son las siguientes:
- Alambre de aluminio y corta alambre.
- Alicate de jin
- Palillos chinos de madera o punzón de punta roma.
- Tijeras para recorte de raíz.
Como siempre digo, las herramientas para bonsái no son indispensables y menos para un trasplante, pero está claro que en algo, ayudan .
Un apunte antes de entrar faena:
Para árboles recién llegados, para plantones y especialmente para coníferas que no hayas trabajado previamente tu, que vienen de vivero o que tenemos dudas sobre el estado de raíz o sustrato en el que han sido cultivados (Criterios estos que añade dificultad a un trasplante) nunca utilizaremos el rastrillo, la kumade ni ningún utensilio metálico que pueda dañar las raíces.
Un pino no se trabaja ni manipula como un caduco. Sus raíces son mucho menos permisivas y el trasplante es una técnica aun mas estresante.
El trasplante en material de vivero.
Extraemos el árbol de la maceta, habitualmente en macetas de plástico es muy fácil. Si tienes dificultades, introduce el punzón, un dedo o en palillo por los agujeros inferiores de drenaje y empuja el cepellón, saldrá con más facilidad.
Al sacar, vemos que el estado de raíces no es muy saludable, parece haber una cantidad considerable de turba y el fondo de la maceta se queda encharcado.
No se ve ni una raíz blanca, aunque las velas del árbol ya están abriéndose (momento óptimo para los trasplantes de pinos). Quizás una o dos, como vemos en la imagen, pero el pino necesita un trasplante, eso sin duda, por su salud.
Comenzamos como siempre a extraer con mucho cuidado el sustrato de la parte superior. Del centro hacia afuera, del centro hacia afuera… y buscando el nacimiento de las raíces (nebari).
Es un árbol tan pequeño, con tan poco cepellón, que esta tarea no nos lleva demasiado tiempo. Con una maceta grande como la que tenía el almendro, o árboles de mayor porte en macetas de plástico de vivero, esto nos puede llevar un buen rato y descubrir las raíces a diez o quince centímetros enterradas bajo el sustrato.
Lo único interesante de trabajar con un cepellón regado de ayer, es que las raíces no se nos secan mientras sacamos el sustrato viejo. Si no es así, recuerda que no debes dejar que las raíces se deshidraten o las raíces capilares, las más importante y que más necesitamos, morirán.
Una vez desenrolladas las raíces del pino, limpiamos el cepellón. Elimino algunas raíces podridas y las que no tienen ninguna raíz fina. Vemos la larga cabellera.
Sin ser demasiado agresivos, debemos recortar un poco las más largas.
Este es el resultado de cómo queda el cepellón, En sucesivos trasplantes iremos trabajando las raíces para su corrección. Estos trasplantes iniciales no deben ser demasiado agresivos. Lo fundamental es que el árbol viva.
Yo he sido demasiado imprudente al trasplantar con el cepellón mojado y he roto demasiada raíces por ello. Aprende de mi error, por favor.
El diseño de un futuro bonsai.
Antes de comenzar el trabajo, durante este tiempo de atrás he realizado algunos bocetos del árbol.
He valorado ideas de diseño y dado una y mil vueltas a la maceta para ver el futuro bonsai desde cada una de sus caras, valorando cien posibles frentes.
Se iluminó mi imaginación inclinando un poco la maceta y construyendo visualmente una semi-cascada (Han Kengai). Quizás más que semi-cascada sea un pino muy inclinado (Shakan). Pero que responde bien con las ramas disponibles y daba gracia al arbolillo. Por ahora no trabajaré nada el diseño, ni colocaré un alambre ni podaré ninguna rama-.
No pinzaré, haré “metsumi” ni “mekiri”. Entonces ¿Para que trabajar ya el diseño del futuro bonsai? Pues para saber la posición de plantado, ya que esta es una variable que no podré modificar en lo próximos tres o cuatro años-.
Con mayor o menor acierto colocamos en el sustrato, ubicando el pino silvestre en la mejor posición que se acomode y fijamos con alambre.
Anclaje del árbol trasplantado.
Yo anclo todos mis árboles, es un seguro de vida cuando los espacios son pequeños, si hay muchos árboles, podemos moverlos sin querer, algún animal de compañía comparte el espacio con nosotros y lo daña, o el aire nos da un susto. No es mala idea anclar. Al contrario, es una decisión siempre acertada.
Para proteger las raíces de la presión del alambre y evitar marcas o estrangulaciones, uso un pequeño tuvo de plástico para el nebari. Basta con introducir el alambre por dentro del tubo y colocar en la posición adecuada.
Ya solo nos queda rellenar con el sustrato.
Me he quedado un poco corto y añado akadama a la mezcla. Seleccionando de nuevo el grano de calibre más fino, cribando el polvo y reservando. Después de palillear el sustrato a conciencia, añado lo fino en la capa superior para mejorar la retención y el aspecto.
Trabajo terminado.
Es un árbol en formación, así es, pero en bonsái la estética lo es todo. El cuidado al detalle debe de incrementarse en nuestras técnicas a la vez que avanzas en ellas como forma de entrenamiento y aprendizaje.
Fíjate en los grandes, en videos o en canales de youtube, en demostraciones o en revista., Hay una enorme cantidad de detalles en el manejo y truquillos que siempre aportan algo al resultado final.
Este es el aspecto del árbol recién trasplantado.
Poco más, toca darle un buen riego para eliminar del sustrato la porquería que no podemos quitar con el tamizado y rápidamente a un lugar algo protegido con sus compañeros recientemente trasplantados.
Gracias por leerme ¿Te ha gustado? ¿Quieres darme algún consejo o idea? Deja un comentario y te estaré agradecido,
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